Un breve ejemplo de Terapia Gestáltica con un caso clínico (diálogo de silla vacía)

A continuación se presentará un caso clínico (ficcional) y se abordará algunas cuestiones, a modo de práctica, desde la Terapia Gestáltica para visualizar cómo podría ser un posible tratamiento desde este tipo de terapia. El creador de la Terapia Gestáltica fue Fritz Perls quien fue un psicoterapeuta alemán(1893-1970) y antes de crear, junto con su esposa, la terapia de la Gestalt, tuvo un gran recorrido profesional fue médico, neuropsiquiatra y psicoanalista. 

Fritz Perls


Lo compartido aquí fue un trabajo práctico (esto es solo una parte del trabajo práctico) para una materia de la Lic. en Psicología y se debió responder las siguientes consignas:

1.      Realizar un diálogo de Silla Vacía, que se ajuste a la problemática del consultante, o a sus causas.

2.    Fundamentar y explicar, utilizando conceptos teóricos del Enfoque Gestáltico, lo sucedido en el diálogo. 

3.    Explicar: a) cuál ha sido el objetivo de esta técnica y b) A qué conclusiones pudo haber arribado el consultante. 

Caso clínico:

Nombre: Julián L.

Datos personales: 38 años, soltero, vive con su madre. 

Ocupación: Ceramista; abandonó la carrera de Agronomía en tercer año. 

Antecedentes y motivo de consulta: Ha pasado por varios tratamientos psiquiátricos a nivel biológico. Es la primera vez que comienza un tratamiento psicoterapéutico. Refiere haber sido abandonado por los psiquiatras que lo atendieron anteriormente. Es derivado por su actual médica psiquiatra, quien lo atiende desde hace tres meses y considera, dada su situación de continuo aislamiento, la conveniencia de la psicoterapia. Se encuentra con medicación antipsicótica y antidepresiva en bajas dosis. 

El paciente presenta ideas de muerte y desvalorizantes que lo llevan a estar paralizado sin poder trabajar durante días. Fuma un atado de cigarrillos diario y a veces toma alcohol. Se muestra desconfiado y escéptico respecto de su futuro. No tiene amigos ni pareja, considera que no puede tenerla ya que no tiene nada para dar. Su comunicación oscila entre el silencio y agresión, a través de conductas de desconfianza y resentimiento frente a los demás. 

Refiere sueños repetitivos donde se encuentra caminando por el desierto y repentinamente encuentra un oasis. Se acerca para beber y el agua desparece, dándose cuenta que sólo era una alucinación. Ve gente un poco más allá pero siente que sus piernas no tienen fuerzas para alcanzarlas y cae tendido. 

Datos familiares: Julián vivió en el campo, en La Pampa, durante su infancia y adolescencia hasta los 18 años. Estaban totalmente aislados. Desde los 7 años hasta terminar el secundario estuvo en un colegio de curas pupilo, ya que no había escuelas donde ellos vivían. El padre de Julián estudio Arquitectura hasta tercer año, y con su esposa (la madre de Julián) que era profesora de Geografía, viajaron al campo. 

El padre fallece a los 50 años de cáncer. Era un hombre callado y agresivo, todos callaban por temor y Julián solía esconderse con su hermana (2 años menor) por miedo a los golpes del padre, lo cual nunca ocurría. 

No tenían amigos y no existía la posibilidad de ir a ningún lugar por la distancia que había. El padre de Julián no permitía que el hijo realizara alguna tarea. Julián quería acercarse y ayudar pero su padre no se lo permitía y era frecuente que realizara tareas por él. La madre vive con Julián. En general se mantenía callada, con lo cual Julián jamás se sintió protegido. Es una mujer frustrada que por acompañar a su marido dejó “todo en la vida” y hoy dice que ya es tarde. 

A los 12 años Julián caminaba solo por el campo y se preguntaba “¿para qué vivo?”. El paciente elige la carrera de Agronomía para seguir con el trabajo familiar en el campo, pero su real vocación siempre fue el arte. En el rol de estudio tenia los mismos inconvenientes que en el trabajo, se paralizaba, no podía presentarse a los exámenes. Tuvo un noviazgo de varios años; expresa que con sus conductas de aislamiento y desconfianza alejó a su novia. Acepta que con su comunicación suele alejar a las personas que intentan ayudarlo, salvo a la madre, quien se muestra sumamente preocupada por su estado y realiza preguntas indiscretas invitando a situaciones de complicidad. El paciente desconoce datos acerca de sus abuelos paternos y maternos, salvo que ambos dejaron sus hogares siendo muy jóvenes.

Datos del proceso terapéutico: Los señalamientos, confrontaciones o interpretaciones que realiza el terapeuta, son recibidos por el paciente, generalmente, con un manto de desconfianza. El vínculo se caracteriza en una oscilación entre el deseo de seducción y la agresión por parte de Julián.

Respuestas a las consignas tomando algunas cuestiones del caso clínico presentado. 

1. Julián cuenta varias problemáticas que está atravesando en su vida dos de ellas son: dice no tener amigos ni pareja porque considera que no tiene para dar y, otra cuestión que trae a colación son sueños repetitivos donde: “se encuentra caminando por el desierto y repentinamente encuentra un oasis. Se acerca para beber y el agua desparece, dándose cuenta que sólo era una alucinación. Ve gente un poco más allá pero siente que sus piernas no tienen fuerzas para alcanzarlas y cae tendido”.

Se realizará la técnica de la silla vacía para que Julián pueda establecer un diálogo con un elemento de sus sueños: sus piernas, que no le permiten avanzar hacia donde hay gente. A continuación se mostrará el diálogo elaborado donde “J” es Julián y “P” son piernas (de Julián).

Julián toma su lugar en la silla y visualiza la silla vacía, tratando de ver en ella sus piernas que le imposibilitan avanzar.

J: Mucha de la agresión y rabia que siento en mi vida es por culpa de ustedes dos, que se quedan sin fuerzan, son débiles, y no me permiten avanzar hacia donde hay gente. Entonces, cuando se paralizan, yo no logro acercarme y por ende me quedo sin amigos y desplomado en el suelo.

(Ahora Julián, por indicación, se cambia de silla y se transforma en sus piernas)

P: Vemos a un joven fuerte y capaz de avanzar hacia donde verdaderamente quiere, quizá esa agresión y enojo son la fuerza para lograr vencer las limitaciones. Además, sabés lo que querés aunque no puedas alcanzarlo…

(Cambio. Julián vuelve a la otra silla siendo él mismo y le responde a sus piernas)

J: Ahora que las escucho decir eso creo que soy capaz de avanzar y de moverme allí donde quiero aunque tenga miedo.

(Cambio. Ahora Julián se transforma nuevamente en sus piernas y responde)

P: Somos, nosotras tus pierna, parte de vos, así también como ese enojo y agresión. Quizá, amigándonos podemos trabajar en conjunto en los sueños como en la vida despierta.

(Cambio. Julián vuelve a ser él y responde por última vez antes del cierre)

J. Me doy cuenta de lo que me decís y creo que ahora puedo logar avanzar hacia donde quiero.



2. Con Julián se ha trabajado con la técnica de la silla vacía, centrando la experiencia en el presenta como lo propone la Gestalt. Quizá podríamos entender la experiencia de Julián en la silla vacía, con el diálogo realizado, en lo siguiente: figura-fondo. Julián, mediante el diálogo con sus piernas, que consideraba limitantes, ha logrado hacer un cierre de sus cuestiones duales entre el miedo a avanzar y su propia capacidad de avanzar. Ha hecho figura (el centro de interés) aquello que buscaba un cierre y permanecía en el fondo alimentando y dando energía ciertas conductas de Julián. También podemos pensarlo desde cuestiones: la identificación e integración de polaridades.

La primera, identificación, porque Julián se logra transformar en sus piernas dándoles vos e identificando en ellas aspectos que tienen que ver con él mismo (en un punto cierta incapacidad o “debilidad” como Julián manifiesta en el diálogo) y mediante esta identificación puede proyectar en el afuera sus propios aspectos de una manera mucho más sencilla e integrarlos. Luego, también la integración de polaridades porque Julián deposita (tras la identificación) en sus piernas las debilidades y las limitaciones del no poder avanzar y al darle voz a sus piernas también reconoce en él cierta fortaleza (la agresión como energía dominante); entonces mediante este diálogo Julián integra sus dos polaridades, es decir, cierta debilidad y cierta fortaleza reconociéndolas como propias.

Todo esto le permite a Julián «darse cuenta» de sus actitudes, sus limitaciones y sus fortalezas permitiéndole ser «responsable» de sus propios actos y vida y ya no buscar culpables (como al principio del dialogo se ve, cuando le echa la culpa a sus piernas hasta que las reconoce como arte suya).

3.

a-      El objetivo de esta técnica, el de la silla vacía, en el caso de Julián fue poner en diálogo las piernas de Julián (un elemento del sueño que tuvo) y a él mismo para que este consultante se dé cuenta de sus aspectos fuertes y débiles, para que pueda poner en voz todas aquellas cuestiones que conscientemente, en una primera instancia, o lograba reconocer y luego de esto tomar responsabilidad de sus actos para poder darle un cierre a ciertas cuestiones que estaba atravesando para que pueda mejorar en su vida y, mediante este cierre, avanzar hacia donde quiere: tener amigos o pareja, reconociéndose capaz de hacerlo y diciendo adiós a sus limitaciones o miedos.

b-      El consultante pudo haber arribado, como hemos tratado de ejemplificar, a las siguientes conclusiones: sus propias limitaciones son parte de él mismo así también como sus propias fortalezas, es un ser integrado capaz de sentirse tímido pero al mismo tiempo capaz de vencer esa timidez yendo a lugares donde hay gente para establecer diálogos y conectar con cada una de las personas. Julián integra sus aspectos dominantes (agresión y enojo) y sus flaquezas (la incapacidad que él dice tener a la hora de establecer vínculos). Se ha hecho responsable al darse cuenta.

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